Los términos de contratación se establecen a partir de los diferentes artículos del Código Civil.
Cuando los términos están claros, los contratantes siguen su significado literal; pero cuando parecen contrarias a la intención del contrato, la intención prevalece sobre las palabras.
Para juzgar la intención de los contratantes, se debe atender a los actos de las partes.
No debe aparecer en el contrato cosas distintas a aquellas sobre las que contactaron las partes interesadas.
Si cualquier parte del contrato admite más de un significado, se debe entender el que sea más adecuado al efecto a producir.
Las cláusulas del contrato se deben interpretar una por la otra, de manera que en caso de duda el resto de las cláusulas den sentido.
Las palabras con significado distinto pueden entenderse de acuerdo al significado que es más acertado para el contrato.
La interpretación de cualquier parte dudosa del contrato no debe favorecer al contratante responsable de su creación.
Cuando se hace imposible resolver las dudas de los métodos establecidos, si se dan en circunstancias accidentales y gratuitas, se resolverán a favor de la menos transmisión de derechos e intereses. En caso de que no sea gratuito, se debería resolver buscando la mayor reciprocidad de intereses. (Boletín Oficial del Estado)
Los términos de contratación se establecen a partir de los diferentes artículos del Código Civil.