La subsidiariedad es un principio de la UE que sostiene que la Unión solo debe actuar cuando sus objetivos no puedan ser alcanzados de manera suficiente solo por actuación de los Estados miembros. El principio de subsidiariedad, al igual que el principio de atribución, salvaguarda los derechos de los Estados miembros y rige el alcance de la autoridad legal de la UE14. El principio garantiza que los Estados miembros puedan tomar sus propias acciones y decisiones, pero también autoriza a la UE a intervenir cuando un Estado miembro no puede alcanzar un objetivo por sí mismo, «en razón de la escala y los efectos de la acción propuesta». Este principio es importante porque mantiene el poder cerca de la gente y garantiza que la UE no anula el poder del Estado. Las secciones pertinentes de los tratados sobre los principios de subsidiariedad son el Artículo 5 (3) del TUE y el Protocolo (No 2).
La subsidiariedad es un principio de la UE que sostiene que la Unión solo debe actuar cuando sus objetivos no puedan ser alcanzados de manera suficiente solo por actuación de los Estados miembros. El principio de subsidiariedad, al igual que el principio de atribución, salvaguarda los derechos de los Estados miembros y rige el alcance de la autoridad legal de la UE14. El principio garantiza que los Estados miembros puedan tomar sus propias acciones y decisiones, pero también autoriza a la UE a intervenir cuando un Estado miembro no puede alcanzar un objetivo por sí mismo, «en razón de la escala y los efectos de la acción propuesta». Este principio es importante porque mantiene el poder cerca de la gente y garantiza que la UE no anula el poder del Estado. Las secciones pertinentes de los tratados sobre los principios de subsidiariedad son el Artículo 5 (3) del TUE y el Protocolo (No 2).