Como ya se ha dicho, existen diferentes leyes que conforman el sistema jurídico. Por ello, para simplificar el uso de dichas leyes tanto en los tribunales como para los civiles, la teoría jurídica tiende a clasificar las leyes en diversas categorías. Estas categorías incluyen:
Derecho público y privado. Las diferencias principales entre el derecho público y el derecho privado se muestran en el siguiente gráfico proporcionado por pediaa:
El derecho público se refiere a las relaciones entre el Estado y sus ciudadanos. Este conjunto de leyes contiene varias subcategorías:
El derecho constitucional se refiere al funcionamiento de la constitución de cada país. Regula el funcionamiento de los tres poderes principales del Estado: el legislativo, el judicial y el ejecutivo, y contiene un proyecto de ley sobre los derechos de los ciudadanos.
El derecho administrativo regula las funciones del gobierno y el papel que desempeña para sus ciudadanos. Esta área legislativa regula en campos como la provisión de pensiones de jubilación por parte del estado, las ayudas a los ingresos, los subsidios familiares, la expedición de permisos, etc.
El derecho penal se refiere a la penalización de los delitos. Ciertas infracciones representan una amenaza seria para el orden social y se consideran violaciones o crimines contra la sociedad. El derecho penal convierte dichas infracciones o delitos en actos castigables por el Estado. El derecho penal también regula los poderes del Estado en materia de detención, enjuiciamiento y castigo de los infractores.
El derecho privado es el conjunto de leyes que regulan las relaciones entre personas físicas y estipulan sus derechos y deberes. El Estado no interfiere en esta área legislativa más que para proporcional un método civilizado de resolución de conflictos. Por consiguiente, en estos casos, corresponde al individuo el iniciar los procesos judiciales contra otro individuo (p. ej. si tus vecinos escuchan música demasiado alta, el Estado no interfiere a menos que empieces un proceso legal contra ellos). De manera similar, el derecho privado (también llamado derecho civil) se compone además de varios estatutos que se clasifican mejor en función del tema al que se refieren. Por ejemplo, el derecho privado incluye:
El derecho de familia, que regula los asuntos familiares como el matrimonio, el divorcio, las relaciones de propiedad, la custodia de los hijos y las pensiones alimenticias.
El derecho contractual, que abarca la formación, el funcionamiento, el incumplimiento y el cumplimiento de contratos. El derecho contractual regula los contratos de arrendamiento, los contratos de compra de bienes, etc. Por ejemplo, cuando uno compra un coche, las condiciones establecidas en el contrato deben cumplirse para garantizar que ha obtenido la propiedad legalmente.
El derecho de responsabilidad civil, que regula las infracciones civiles. Por ejemplo, si uno entra a un supermercado y se cae porque el suelo está resbaladizo y no estaba señalizado debidamente como tal, puede tener derecho a presentar una reclamación contra el propietario del supermercado basándose en la ley de responsabilidad civil.
El derecho inmobiliario, que regula la propiedad de bienes inmuebles.
El derecho mercantil etc.
El derecho positivo y el derecho procesal
El derecho procesal establece el procedimiento que se debe seguir en los tribunales y otros instrumentos de la justicia. Contesta a las cuestiones sobre qué procedimiento debe seguir un tribunal para resolver una infracción (si debe escuchar los testimonios de los testigos, si puede aceptar documentos obtenidos de manera ilegal como prueba, qué tribunal es responsable de examinar el caso, etc.) y sobre si el procedimiento aplicado ha sido justo y legal. Por otro lado, el derecho positivo se refiere y estipula nuestros derechos y deberes legales; se refiere a qué podemos y qué no podemos hacer y no al procedimiento en sí. De este modo, pertenecen al derecho positivo el derecho de familia, el derecho de responsabilidad civil y el derecho inmobiliario.
Como ya se ha dicho, existen diferentes leyes que conforman el sistema jurídico. Por ello, para simplificar el uso de dichas leyes tanto en los tribunales como para los civiles, la teoría jurídica tiende a clasificar las leyes en diversas categorías. Estas categorías incluyen:
El derecho público se refiere a las relaciones entre el Estado y sus ciudadanos. Este conjunto de leyes contiene varias subcategorías:
El derecho constitucional se refiere al funcionamiento de la constitución de cada país. Regula el funcionamiento de los tres poderes principales del Estado: el legislativo, el judicial y el ejecutivo, y contiene un proyecto de ley sobre los derechos de los ciudadanos.
El derecho administrativo regula las funciones del gobierno y el papel que desempeña para sus ciudadanos. Esta área legislativa regula en campos como la provisión de pensiones de jubilación por parte del estado, las ayudas a los ingresos, los subsidios familiares, la expedición de permisos, etc.
El derecho penal se refiere a la penalización de los delitos. Ciertas infracciones representan una amenaza seria para el orden social y se consideran violaciones o crimines contra la sociedad. El derecho penal convierte dichas infracciones o delitos en actos castigables por el Estado. El derecho penal también regula los poderes del Estado en materia de detención, enjuiciamiento y castigo de los infractores.
El derecho privado es el conjunto de leyes que regulan las relaciones entre personas físicas y estipulan sus derechos y deberes. El Estado no interfiere en esta área legislativa más que para proporcional un método civilizado de resolución de conflictos. Por consiguiente, en estos casos, corresponde al individuo el iniciar los procesos judiciales contra otro individuo (p. ej. si tus vecinos escuchan música demasiado alta, el Estado no interfiere a menos que empieces un proceso legal contra ellos). De manera similar, el derecho privado (también llamado derecho civil) se compone además de varios estatutos que se clasifican mejor en función del tema al que se refieren. Por ejemplo, el derecho privado incluye:
El derecho de familia, que regula los asuntos familiares como el matrimonio, el divorcio, las relaciones de propiedad, la custodia de los hijos y las pensiones alimenticias.
El derecho contractual, que abarca la formación, el funcionamiento, el incumplimiento y el cumplimiento de contratos. El derecho contractual regula los contratos de arrendamiento, los contratos de compra de bienes, etc. Por ejemplo, cuando uno compra un coche, las condiciones establecidas en el contrato deben cumplirse para garantizar que ha obtenido la propiedad legalmente.
El derecho de responsabilidad civil, que regula las infracciones civiles. Por ejemplo, si uno entra a un supermercado y se cae porque el suelo está resbaladizo y no estaba señalizado debidamente como tal, puede tener derecho a presentar una reclamación contra el propietario del supermercado basándose en la ley de responsabilidad civil.
El derecho inmobiliario, que regula la propiedad de bienes inmuebles.
El derecho mercantil etc.
El derecho positivo y el derecho procesal
El derecho procesal establece el procedimiento que se debe seguir en los tribunales y otros instrumentos de la justicia. Contesta a las cuestiones sobre qué procedimiento debe seguir un tribunal para resolver una infracción (si debe escuchar los testimonios de los testigos, si puede aceptar documentos obtenidos de manera ilegal como prueba, qué tribunal es responsable de examinar el caso, etc.) y sobre si el procedimiento aplicado ha sido justo y legal. Por otro lado, el derecho positivo se refiere y estipula nuestros derechos y deberes legales; se refiere a qué podemos y qué no podemos hacer y no al procedimiento en sí. De este modo, pertenecen al derecho positivo el derecho de familia, el derecho de responsabilidad civil y el derecho inmobiliario.